En un claro gesto de rechazo hacia la reciente jura presidencial en Venezuela, el gobierno de los Estados Unidos incrementó la recompensa ofrecida por información que permita la captura de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello. El monto ascendió de 15 a 25 millones de dólares, convirtiéndose en la máxima recompensa ofrecida por la administración norteamericana. Ambos dirigentes venezolanos son acusados de cargos vinculados al narcoterrorismo, lo que ha llevado al gobierno estadounidense a endurecer su postura contra el chavismo. En declaraciones periodísticas, un alto oficial norteamericano afirmó: “Hoy debiera estar asumiendo Edmundo González Urrutia y no Nicolás Maduro”, dejando en claro el respaldo de Estados Unidos al líder opositor venezolano. Además, confirmó un nuevo paquete de sanciones contra el régimen de Maduro. En el marco de estas medidas, también se anunció una recompensa de 15 millones de dólares contra Vladimir Padrino López, ministro de Defensa, intensificando la presión sobre la cúpula del gobierno venezolano. Simultáneamente, el Departamento del Tesoro norteamericano impondrá sanciones económicas a empresas estatales, incluida la aerolínea Conviasa, y a 2000 personas que enfrentarán restricciones en la obtención y uso de visados estadounidenses. En paralelo, la Unión Europea también expresó su rechazo a la jura de Maduro con la implementación de nuevas sanciones. En un comunicado, el Consejo Europeo anunció un paquete de medidas dirigidas a 15 personas responsables de socavar la democracia, el Estado de Derecho y los derechos humanos en Venezuela. “El objetivo es apoyar una solución negociada y democrática a la crisis”, señala el documento, enfatizando que estas medidas no están diseñadas para afectar al pueblo venezolano ni a su economía. “La responsabilidad de poner fin a la crisis recae en las autoridades venezolanas”, concluye el comunicado. Estas acciones, tanto de Estados Unidos como de la Unión Europea, intensifican el aislamiento internacional del gobierno de Maduro y subrayan el respaldo a soluciones democráticas frente a la crisis política y humanitaria que atraviesa Venezuela.
Compartir