Hunter Biden, hijo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se declaró culpable de delitos fiscales ante un tribunal en Los Ángeles. La decisión, tomada en un sorprendente giro de los acontecimientos, expone al acusado a una posible condena de hasta 15 años de prisión y a una multa significativa, según lo advirtió el juez Mark Scarsi. La sentencia se dictará el próximo 16 de diciembre. La admisión de culpabilidad por parte de Hunter Biden, de 54 años, llegó pocas horas antes de que se iniciara la selección del jurado en su caso, en el que se le acusaba de no pagar aproximadamente 1,4 millones de dólares en impuestos federales entre 2016 y 2019. Este movimiento estratégico le permite a la familia Biden evitar otro juicio penal que podría haber revelado más detalles comprometedores sobre su vida personal. Hunter Biden, quien en junio ya había sido declarado culpable de cargos relacionados con la posesión de un arma, estuvo en el centro de la atención pública debido a sus problemas con la adicción a las drogas y su estilo de vida extravagante. En una audiencia previa, alegó haber pagado todas sus deudas fiscales en 2019, tras haber superado sus adicciones. La Casa Blanca dejó en claro que el presidente Joe Biden no intervendrá en el caso de su hijo. Karine Jean-Pierre, vocera presidencial, reiteró el firme “no” del presidente a cualquier sugerencia de indulto para su hijo. Hunter Biden había enfrentado una imputación de nueve cargos, incluyendo la falta de declaración y pago de impuestos, y la declaración de impuestos falsa. Su defensa había argumentado que la evasión fiscal se debió a un descuido derivado de sus problemas personales, y había buscado evitar la prisión mediante un acuerdo con la justicia que finalmente fracasó.
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