El Gobierno Nacional, a través del decreto 770 publicado en el Boletín Oficial, dispuso una nueva actualización parcial de los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), que se trasladará directamente al precio de la nafta y el gasoil desde este viernes 30 de agosto, y que regirá durante septiembre. Esta medida afectará de manera inmediata el costo de los combustibles en todo el país. Con este ajuste, el precio de la nafta súper aumentará $12,33 por litro, mientras que el gasoil subirá $15,33 por litro, lo que representa incrementos del 1,24% y 1,45% respectivamente, sólo por la carga impositiva. Se prevé que las petroleras también trasladen a precios el impacto de la reciente devaluación del peso frente al dólar, que ronda el 2% mensual, y el costo de los biocombustibles, lo que podría llevar a una suba total en los surtidores de entre el 2% y el 3% a partir del domingo 1 de septiembre. La medida forma parte de una estrategia del Ejecutivo para desdoblar los ajustes en los impuestos a los combustibles, implementada desde junio, con el objetivo de moderar su impacto en la inflación. En lo que va del año, los precios de la nafta y el gasoil han acumulado un incremento del 81,61%. En la Ciudad de Buenos Aires, si YPF aplica un aumento del 2%, el precio del litro de nafta súper subiría de $992 a $1004, y la nafta premium de $1032 a $1047. El consumo de combustibles, sin embargo, mostró una tendencia a la baja en julio, registrando una caída del 5,27% en comparación con el mismo mes del año anterior. Las ventas de combustibles de mayor calidad, como nafta premium y gasoil premium, cayeron casi un 17% en el mismo período, mientras que las de nafta súper disminuyeron un 1,87% y las de gasoil común un 6,11%. A nivel regional, el consumo de combustibles presentó comportamientos dispares. Mientras que en Mendoza, La Pampa y Chubut las ventas repuntaron en julio con respecto a junio, la Ciudad de Buenos Aires experimentó una ligera baja del 0,1% en el mismo período.
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