Ante la preocupación por la crisis económica y social que afecta el poder adquisitivo de los ciudadanos, fuentes gubernamentales confirmaron que se está considerando “posponer el incremento de las tarifas energéticas programado para los meses de invierno”. Durante su conferencia de prensa diaria en la Casa de Gobierno, el vocero presidencial Manuel Adorni señaló que “aún no se tomó una determinación definitiva al respecto”, pero admitió que es una posibilidad que está siendo evaluada. Desde la Secretaría de Energía también expresaron que se encuentra en proceso de evaluación, especialmente con el objetivo de “brindar alivio a los sectores de ingresos medios”. En este contexto, Adorni destacó la importancia de distribuir equitativamente el peso de los ajustes, “evitando imponer cargas adicionales a la población”. Asimismo, reafirmó la decisión del Gobierno de “no retirar los subsidios a las tarifas de gas y luz para los usuarios de los Niveles 2 y 3, al menos hasta la implementación de la Canasta Básica Energética (CBE), prevista para junio”. El Ejecutivo plantea la necesidad de aumentar gradualmente las tarifas de los servicios regulados para evitar impactos bruscos en el bolsillo de la clase media. Aunque se había anunciado previamente la publicación de detalles sobre un nuevo mecanismo de ajuste en abril y su resolución en junio, ahora se está considerando una nueva postergación. En el caso del gas, se anticipa un incremento significativo debido al aumento en el consumo, lo que ha llevado al Gobierno a importar parte de la demanda a precios más elevados que los de producción local, lo que se traduce en un mayor costo para los consumidores. La cartera a cargo de Eduardo Rodríguez Chirillo ya decidió que el aumento en los costos invernales del gas “será asumido por comercios, industrias y usuarios de altos ingresos”.
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