El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, fue baleado tras una reunión de gobierno en la Casa de la Cultura de la localidad de Handlova, a unos 150 kilómetros al noreste de la capital. El político se desplomó en el piso y fue trasladado de urgencia a un hospital, donde fue operado. Los cirujanos lo intervinieron durante varias horas en el quirófano luchando por salvar su vida. “Los médicos lograron estabilizar al paciente por la noche”, dijo su viceprimer ministro, Robert Kalinak, quien también está al frente de la cartera de Defensa. “Desgraciadamente, su estado es aún muy grave pues las heridas son complejas”, agregó en rueda de prensa frente al hospital Roosevelt de Banska Bystrica, en el centro del país. La directora del establecimiento, Miriam Lapunikova, indicó que el dirigente fue sometido a “una operación de cinco horas”. Sigue “verdaderamente muy grave” y permanecerá en cuidados intensivos, añadió. Tomas Taraba, el vicepremier eslovaco, había dicho antes que confía en que Fico “sobrevivió” al atentado que sufrió tras recibir cinco disparos en un ataque armado. En diálogo con la BBC, afirmó que el premier ya no se encuentra en peligro de muerte. “Me quedé muy conmocionado… afortunadamente, hasta donde yo sé, la operación salió bien, y supongo que al final sobrevivirá. No se encuentra en una situación que ponga en peligro su vida en este momento”, dijo. El ministro del Interior, Matus Sutaj Estok, también subrayó con anterioridad que el atacante disparó con “una clara motivación política”.
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