Según datos recientemente publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), los precios mayoristas en Argentina experimentaron un aumento del 10,2% en el mes de febrero con respecto al mes anterior. Esta cifra representa un incremento del 329,1% en los últimos 12 meses, lo que refleja una persistente presión inflacionaria en el sector mayorista. El Índice de Precios al por Mayor (IPIM), que es considerado el indicador más representativo de la variación de precios en este segmento, se ubicó por debajo de la inflación minorista de ese mismo mes, que fue del 13,2%. Este fenómeno sugiere una dinámica económica compleja donde la inflación mayorista, aunque significativa, no supera el ritmo de aumento de los precios al consumidor. De acuerdo con el informe del Indec, el aumento en febrero se desglosa en un incremento del 11% en los productos nacionales y del 2,7% en los importados. Aunque estos datos reflejan una inflación de dos dígitos, resultan considerablemente menores en comparación con el pico alcanzado en diciembre, cuando la inflación mayorista se disparó un 54% en apenas un mes, como consecuencia de la devaluación. Es importante destacar que el Indec publica tres tipos de índices sobre los precios mayoristas para ofrecer una perspectiva más completa de la situación. El IPIM, que considera los precios a los que los productores e importadores venden en el mercado interno incluyendo impuestos, registró un incremento del 10,2% en febrero y del 329,9% en los últimos 12 meses. Por otro lado, el Índice de Precios Internos Básicos al por mayor (IPIB), que excluye el efecto impositivo del IPIM, mostró un aumento del 8,9% en el segundo mes del año y del 317,1% en la comparación interanual. Finalmente, el Índice de Precios Básicos del Productor (IPP), que calcula la variación de los valores de la producción local sin impuestos, reflejó un aumento del 8,7% en febrero y del 305,6% en los últimos 12 meses. Estos datos ponen de manifiesto la complejidad de la situación económica en Argentina, con una persistente presión inflacionaria que afecta tanto al sector mayorista como al consumidor final. La estabilidad de los precios y el control de la inflación siguen siendo desafíos clave para las autoridades económicas del país.
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