El Primer Ministro de Portugal, Antonio Costa, miembro del partido socialista, anunció su renuncia tras verse envuelto en un escándalo de corrupción relacionado con la concesión de proyectos de litio e hidrógeno verde. Costa, quien está en el poder desde 2015, tomó esta decisión después de que la fiscalía imputara a uno de sus ministros y a su jefe de gabinete en medio de una investigación por supuestas irregularidades en la gestión de proyectos energéticos. El mandatario, Marcelo Rebelo de Sousa, aceptó la dimisión de Costa, y en un comunicado oficial, indicó que convocará a una reunión de los partidos con representación parlamentaria para organizar elecciones anticipadas. La investigación en curso se centra en sospechas de “malversación, corrupción activa y pasiva de cargos públicos y tráfico de influencia” en la atribución de concesiones para minas de litio y producción de hidrógeno. Las autoridades allanaron varios ministerios y la residencia del primer ministro como parte de la investigación y han imputado al ministro de Infraestructuras, Joao Galamba, en relación con el caso. Además, se menciona que “el nombre y la autoridad del primer ministro fueron mencionados por los sospechosos”. Se alega que Costa habría intervenido “para desbloquear expedientes” en favor de empresas relacionadas con los proyectos en cuestión. Las denuncias serán objeto de una investigación independiente. La justicia decretó la detención del jefe de gabinete de Costa, el alcalde de Sines y dos directivos de Start Campus, un centro de procesamiento de datos, citando el “riesgo de fuga” y la persistencia de “actividad delictiva”. Además, el presidente del consejo directivo de la Agencia Portuguesa para la Protección del Medioambiente (APA) está siendo investigado. La APA anunció en septiembre su aprobación condicional para un segundo proyecto minero de litio en Portugal.
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