En una conferencia de prensa realizada en Washington, la portavoz del Fondo Monetario Internacional (FMI), Julie Kosack, evitó brindar detalles sobre las discusiones en curso con el gobierno argentino para un nuevo acuerdo por la deuda. Estas conversaciones virtuales buscan contemplar el impacto de la sequía en la economía y permitir un margen de maniobra cambiaria en un año electoral. Kosack destacó que los técnicos del FMI y los funcionarios argentinos están trabajando estrechamente para acordar la reconfiguración del entendimiento. Sin embargo, no se ofrecieron plazos sobre la finalización de la revisión de las metas de la quinta revisión, ni se mencionó cuándo se espera el viaje del representante argentino, Sergio Massa, a la capital estadounidense para cerrar el acuerdo. “Es una situación altamente compleja. La discusión está focalizada en la quinta revisión y en la búsqueda de alternativas para fortalecer el programa, reconocer el impacto de la sequía y apuntar a la estabilidad fiscal, sostenibilidad y fortalecimiento de las reservas. Todo es esencial para reducir la inflación y proteger a los sectores más vulnerables”, sostuvo Kosack. Se prevé que una parte del equipo técnico del gobierno argentino viaje a Washington la próxima semana, seguido por el ministro de Economía, quien se sumaría el 20 o 21 de junio. Estos movimientos buscan acelerar las negociaciones y obtener fondos frescos para evitar una nueva devaluación y llegar a las elecciones sin mayores turbulencias económicas. El Ministerio de Economía estimó en unos US$20.000 millones las pérdidas de ingresos debido a la sequía. El debate actual se centra en el monto final del desembolso presupuestario solicitado para compensar estas pérdidas. En un intento por enviar una señal de compromiso, el gobierno argentino está considerando adelantar el pago o parte del pago de los compromisos previstos para este mes.
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