El dólar comenzó a resucitar. Las cotizaciones alternativas tuvieron un crecimiento importante que llevó al contado con liquidación a los precios más elevados desde finales de octubre. El Banco Central intervino a lo largo de la rueda, pero creen que lo hará cada vez con más fuerza porque no puede evitar el alza de la divisa. Sus intervenciones fueron de compra y venta para no desarbitrar el precio de los títulos, pero no lo consiguió. La rueda había empezado tranquila pero el dólar empezó a repuntar lentamente y cerró en los máximos del día. El Banco Central comenzó a comprar AL30C (cable) pero hizo pocas operaciones. No quería que quedara desarbitrado frente al GD30, el bono que utilizan las mesas de dinero porque no tiene los límites de tenencia del cepo. El mercado comenzó a ponerse pesado y la finalización en alza augura una fuerte intervención. Los fondos que tienen bonos en pesos aceleraron la salida. Una letra en pesos de las que Templeton y Pimco tienen el equivalente de USD 300 millones de dólares, operó casi $1.500 millones un monto que estuvo muy por encima de lo que mueve diariamente. Los pesos de esa letra, por supuesto, irán al dólar contado con liquidación, porque su destino es el exterior. Esa demanda se verá el jueves después que hagan el parking de 24 horas. Esta situación el Banco Central la va a padecer diariamente hasta por lo menos fines de agosto. No ayuda a la estabilidad, que los mercados del exterior sean tan volátiles y negativos. En Wall Street, las acciones que presentaron buenos balances y anunciaron noticias positivas cayeron porque el mercado ya las había descontado. En otras palabras, los inversores del exterior están tomando ganancias porque se avecina mayo, un mes que, por tradición, es de salida de los inversores cuando los mercados están en niveles récord.