En un contexto de creciente tensión y denuncias contra el gobierno de Nicolás Maduro, la situación de los derechos humanos en Venezuela volvió al centro del debate internacional tras la muerte de tres presos políticos en menos de un mes. Estos casos, denunciados por la oposición y organizaciones no gubernamentales, evidencian las duras condiciones en las que se encuentran los detenidos en las cárceles del país. El caso que más resonó fue el de Jesús Manuel Martínez Medina, de 36 años, quien murió el pasado 14 de noviembre tras sufrir graves abusos mientras estaba bajo custodia del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN). Según denunció la líder opositora María Corina Machado, Martínez Medina fue arrestado el 29 de julio de 2024, un día después de las elecciones presidenciales en las que Maduro se declaró vencedor. Martínez Medina había participado como fiscal de mesa durante los comicios, y su detención, de acuerdo con Machado, se realizó sin orden judicial ni motivos claros. En un comunicado, Machado relató que Martínez Medina padecía diabetes tipo 2 y una afección cardíaca, lo que agravó su situación durante su encarcelamiento. “Lo trasladaron a unos calabozos infrahumanos en Anzoátegui, donde sufrió maltratos y condiciones higiénicas deplorables que le causaron necrosis en ambas piernas. Durante meses, le negaron atención médica”, denunció. Finalmente, tras varias gestiones, fue ingresado al hospital Luis Razetti, donde falleció durante un procedimiento para amputarle ambas piernas. Otro caso conmovedor es el de Jesús Rafael Álvarez, quien murió mientras estaba detenido en el Internado Judicial de Carabobo, también conocido como penal de Tocuyito. Según denuncias del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), Álvarez y su esposa fueron arrestados el 2 de agosto de 2024 en el estado Bolívar. Tras su traslado a distintas sedes, Álvarez fue confinado en condiciones deplorables. Su hijo mayor, Jesús Álvarez, declaró que las autoridades penitenciarias impedían su ingreso para visitar a su padre, alegando que sólo podían recibir visitas de mujeres. En un video difundido por redes sociales, el joven expresó su indignación al recibir el cuerpo de su padre: “Vine con el fin de que me entregaran a mi padre en libertad. ¿Qué me entregan? Un cuerpo fallecido. Exijo la liberación de mi mamá para que no tenga que recibir otra terrible noticia”. Según el OVP, Jesús Rafael Álvarez no presentaba problemas de salud previos y habría sido sometido a torturas y malos tratos en la cárcel. Estos casos han generado una fuerte condena internacional y han vuelto a poner en la mira las prácticas del régimen chavista. La comunidad internacional, incluida Argentina, exige explicaciones al gobierno de Nicolás Maduro y la liberación inmediata de todos los presos políticos. Mientras tanto, las familias de las víctimas siguen reclamando justicia y el fin de la represión en Venezuela.
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