La relación bilateral entre Venezuela y España atraviesa uno de sus momentos más tensos desde que Edmundo González Urrutia, candidato opositor venezolano, se exilió en territorio español tras las controvertidas elecciones presidenciales del 28 de julio. El canciller venezolano, Yván Gil, convocó al embajador español en Caracas, Ramón Santos, para expresar su rechazo a las declaraciones recientes del Gobierno español, que cuestionan la reelección de Nicolás Maduro. Durante el encuentro, Gil afirmó que Venezuela no permitirá ninguna “acción injerencista” por parte de España, según una nota publicada en su cuenta de Telegram. El canciller subrayó que el país sudamericano tomará las medidas necesarias para proteger su soberanía dentro del marco del derecho internacional y la diplomacia bolivariana de paz. El malestar del gobierno venezolano se intensificó tras las declaraciones de la ministro de Defensa de España, Margarita Robles, quien calificó al gobierno de Maduro como una “dictadura” y describió a los venezolanos exiliados como “víctimas de la violencia y la falta de libertad”. Robles también criticó la persecución y la limitación de derechos fundamentales que, según ella, sufren los opositores venezolanos. Como respuesta, el gobierno de Maduro llamó a consultas a su embajadora en España, Gladys Gutiérrez, quien arribará a Caracas en las próximas horas. Mientras tanto, el Ejecutivo español, a través del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, optó por reducir las tensiones, calificando la decisión de Caracas como “soberana” y reiterando su deseo de mantener “las mejores relaciones posibles” con el pueblo venezolano. La escalada diplomática ocurre en un contexto de creciente tensión política entre ambos países. El Congreso español, en una decisión que no contó con el apoyo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), reconoció a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela, lo que fue recibido con indignación por el gobierno de Maduro. En respuesta, el Parlamento venezolano, controlado por el chavismo, propuso romper todas las relaciones diplomáticas y comerciales con España. La situación sigue desarrollándose mientras el líder opositor, González Urrutia, fue recibido en España por el presidente Pedro Sánchez, quien reafirmó su compromiso con la democracia y los derechos fundamentales en Venezuela.
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