El Gobierno nacional lanzó nuevas críticas hacia el expresidente Alberto Fernández, en el marco del escándalo generado por la denuncia de violencia de género que involucra a la exprimera dama, Fabiola Yañez. Además, las acusaciones se extendieron hacia la exvicepresidente Cristina Fernández, a quien apuntan por intentar distanciarse políticamente del exmandatario. En declaraciones periodísticas, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, condenó con dureza los videos que protagonizan Alberto Fernández y la conductora Tamara Pettinato. En una de las grabaciones, se observa a Pettinato sentada en el sillón presidencial de la Casa Rosada, mientras el expresidente le pide que le declare su amor. Francos expresó que estos actos revelan “una falta de respeto total a las instituciones, a la historia y a los argentinos”, y calificó la actitud del expresidente como una “falta de ubicación política e institucional”. Francos fue aún más lejos y cuestionó la salud mental de Fernández, señalando que este “muestra una personalidad enferma, alguien que no es consciente de las responsabilidades que tiene”. El jefe de Gabinete no sólo criticó a Alberto Fernández, sino también a Cristina Fernández, argumentando que la exvicepresidente intenta distanciarse de las decisiones políticas que tomó, entre ellas, la de elegir a Fernández como candidato a la presidencia: “De genia no tuvo nada”, sostuvo Francos, al referirse a las decisiones de la exmandataria, recordando también el caso de Amado Boudou, quien también terminó con condena judicial. En este sentido, Francos hizo referencia a las elecciones presidenciales en las que CFK decidió apostar por Fernández y Boudou, enfatizando que sus estrategias políticas no han sido acertadas: “Finalmente ambos terminaron igual. Su actividad para salir de las dificultades electorales es sacar un conejo de la galera y al final el conejo salió mal”. En paralelo, el candidato presidencial Javier Milei, también se sumó a las críticas a través de su cuenta de X. Milei comentó en tono irónico: “Un ejemplo sería la decisión de no utilizar durante nuestro mandato el Sillón de Rivadavia, salvo excepciones, por respeto a los próceres que se han sentado ahí, frente a las obscenidades que estamos viendo hoy. Vergüenza es poco”.
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