La vicepresidenta Victoria Villarruel respondió con firmeza las acusaciones del dirigente social Juan Grabois, quien en las últimas horas criticó duramente al presidente Javier Milei, por la controversia relacionada con la falta de distribución de alimentos a comedores y merenderos. En un extenso mensaje publicado en redes sociales, Grabois había afirmado: “Una vez ofendiste al Papa Francisco y pediste perdón. Bien ahí. Ahora estás ofendiendo a alguien más grande que el Papa, estás ofendiendo a Jesús que tiene hambre y no le diste de comer, que tiene frío y no lo abrigaste”. Villarruel, sin embargo, no tardó en replicar: “Vos ofendés a Dios cuando tomás Su Santo Nombre en vano. Vos ofendés cuando usás a los pobres para lucrar con ellos y hacer política. Vos ofendés cuando a personas rectas las acusás de conspirar contra el presidente sabiendo que mentís arteramente. Dejá de usarnos a los católicos y a nuestra Fe para polemizar y existir políticamente. Tené dignidad”. La controversia se intensificó cuando Grabois, uno de los principales críticos de la ministro de Capital Humano, Sandra Pettovello, continuó su arremetida contra Milei: “Te creés dueño de la verdad, que es peor que mentir: es el pecado de la soberbia, el pecado de Lucifer. Estás totalmente desconectado de la realidad, perdido en la vanidad y el narcisismo, disfrutando de robarle una foto a cualquier ricachón que te cruzás. No sabés dialogar con argumentos, datos, ideas, alternativas. No sabés aceptar al que piensa distinto. Ese fanatismo fundamentalista te impide entender lo que está pasando”. El dirigente social enfatizó la urgencia de la situación: “El centro de este tema no sos vos, ni yo, ni Sandra Pettovello, ni los movimientos sociales. Nos importa un rabanito quiénes sean tus funcionarios. Ni a los que nombrás ni a los que echás. El centro acá es la gente que no tiene para comer. El problema es que no lleguen los alimentos a quien los necesita en una Argentina donde 24 millones de personas son pobres y 6 millones pasan hambre porque están bajo la línea de indigencia. Después discutimos de quién es la culpa, cómo se sale de acá, quiénes son los corruptos e insensibles, quiénes tienen quioscos e intermediarios… ahora resolvamos el problema, medidas concretas para problemas concretos”. La discusión sobre la distribución de alimentos a las personas más necesitadas generó un acalorado debate entre las distintas facciones políticas, poniendo de relieve la grave crisis social y económica que atraviesa el país.
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