La policía de Estados Unidos desalojó un campamento de manifestantes propalestinos en el campus de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). A pesar de las órdenes policiales de marcharse, cientos de estudiantes seguían atrincherados en el lugar. Según informes del Los Angeles Times, la policía utilizó granadas aturdidoras para abrirse paso, logrando expulsar a la mayoría de los manifestantes y detener a más de 130 personas. Algunos estudiantes denunciaron el uso de balas de goma durante la operación. Los agentes con equipos antimotines derribaron una barricada de madera que protegía el campamento levantado en el campus, y arrastraron las carpas, según constató la agencia de noticias AFP. En respuesta, los manifestantes se tomaron de las manos y formaron una barrera humana frente a los policías, resultando en la detención de varios de ellos. Helicópteros sobrevolaron la zona durante la operación. Durante la noche del martes, la policía y los responsables de la UCLA esperaron horas antes de detener un ataque de contra manifestantes, quienes arrojaron conos de tránsito, rociaron gas lacrimógeno y derribaron algunas barreras. Al menos 15 manifestantes sufrieron lesiones durante estos incidentes. La respuesta de las autoridades ante este ataque fue criticada por líderes políticos, estudiantes musulmanes y grupos activistas. El rector de la UCLA, Gene Block, afirmó en un comunicado que “un grupo de instigadores” se presentó la noche anterior para “atacar con violencia” el campamento propalestino, aunque no dio detalles sobre el grupo o por qué ni la universidad ni la policía universitaria habían intervenido antes. Un enorme despliegue policial se formó el miércoles por la tarde, y se estacionaron varios colectivos vacíos cerca de la Universidad de California en Los Ángeles para llevarse a los manifestantes que no cumplieran la orden de desalojo. Las escenas caóticas en UCLA se produjeron unas horas después de que la policía de Nueva York irrumpiera el martes por la noche en un edificio ocupado por manifestantes contrarios a la guerra en la Universidad de Columbia, dispersando una protesta que había paralizado la facultad.
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