Después de la aplicación del aumento en las tarifas de luz de casi el 400% para los comercios en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), los propietarios de kioscos del Gran Buenos Aires se encuentran inquietos ante la perspectiva de trasladar estos incrementos a los precios de los productos, temiendo posibles cierres de locales. Estos nuevos gastos se suman a los costos de alquiler, que han aumentado más del 250%. En las facturas de marzo, los pequeños comercios con un consumo mensual de 800 KW verán un aumento del 388%, pasando de $19.020 a $92.814. Aquellos con un consumo entre 800 y 2000 KW al mes experimentarán un aumento del 380%, recibiendo una factura de $242.334. Ernesto Acuña, vicepresidente de la Unión Kiosqueros de la República Argentina (UKRA), expresó su preocupación, señalando que la situación es delicada ya que el sinceramiento de precios repercute directamente en una disminución de las ventas. Acuña destacó que el nuevo esquema tarifario afecta directamente a las bebidas y helados, dado que las heladeras y los freezers son los electrodomésticos que más consumen. Ante la inflación elevada y la disminución del poder adquisitivo, Acuña señaló una marcada caída en las ventas desde principios de diciembre, ya que la gente se ve obligada a limitar sus gastos y comprar sólo lo esencial. Los pequeños comerciantes del AMBA se enfrentan a incrementos de casi el 400% en las próximas facturas de Edenor y Edesur, dependiendo de si se encuentran en las categorías G1, G2 o G3. A pesar de esta actualización, la situación ya era complicada para los kiosqueros porteños y bonaerenses.
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