En un escenario marcado por ajustes e incrementos de precios, el Gobierno de Milei está enviando señales específicas a un sector fundamental de su base electoral: la clase media y media-baja. En este contexto, la asignación anual de ayuda escolar, otorgada por la ANSES a los padres de 7.3 millones de estudiantes desde nivel inicial hasta secundaria, experimenta un notable aumento, alcanzando los $70.000. Esta asistencia económica, dirigida a trabajadores en relación de dependencia con hijos en edad escolar, se percibirá en marzo y tiene como objetivo brindar respaldo para los gastos asociados al inicio del año lectivo. El incremento del monto es del 311%, pasando de los $17.318 actuales, que debían ajustarse según la fórmula de movilidad previsional el 1° de marzo, y apenas cubrían, por ejemplo, el costo de una resma de hojas para carpeta. La mejora de esta asignación, recibida tanto por trabajadores en relación de dependencia, monotributistas, jubilados y pensionados, como por beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) con hijos en edad escolar, fue una de las opciones consideradas por el presidente y sus ministros para mitigar el impacto de la elevada inflación y el ajuste en este segmento de la sociedad. El anuncio de esta medida se efectuó después de que Javier Milei anticipara que se estaban implementando “mecanismos de asistencia para ayudar a los padres a hacer frente a los gastos educativos, incluyendo útiles escolares y cuotas de colegios privados, en medio de la escalada inflacionaria”. Según el comunicado oficial, la iniciativa es impulsada por el Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, y beneficia a 3.3 millones de beneficiarios de la AUH, 3.5 millones de menores con padres en relación de dependencia y monotributistas, y 500,000 asociados a jubilados y pensiones no contributivas.
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