Finalmente, luego de estar prófugo, se entregó en una comisaría de La Plata el puntero peronista Julio “Chocolate” Rigau. De esta manera, quedará a disposición de la Justicia, que había emitido una orden de captura nacional e internacional en su contra. El puntero político presentó un breve escrito en el que declaró: “Tomé conocimiento a través de mis defensores respecto de la orden de detención que pesa en mi contra, y de la denegatoria de eximición de prisión. A los fines de estar a derecho, me presento espontáneamente”. El escándalo en el que se vio envuelto Rigau se desató cuando las cámaras de seguridad del Banco Provincia lo captaron retirando dinero de varios cajeros en la sucursal de 7 y 54. Las autoridades lo detuvieron inicialmente por sospechas de robo, encontrando en su posesión más de 500 mil pesos en efectivo y un bolso lleno de tarjetas que, en teoría, pertenecían a empleados estatales de la Legislatura Bonaerense. Sin embargo, horas después, fue liberado tras un fallo de la Cámara de Apelaciones. Posteriormente, la Cámara de Casación anuló el fallo y ordenó nuevamente su captura, lo que llevó a la búsqueda de Rigau por parte de la Policía Bonaerense. “Fueron a detenerlo, pero sin allanamiento. Lo ordenó la Fiscalía debido al impulso de la acción penal y la denegatoria de la exención de prisión”, señalaron fuentes judiciales en relación a los intentos previos de detención. Finalmente, Rigau se presentó voluntariamente en la comisaría junto a su abogado, poniéndose a derecho mientras avanza la causa judicial en su contra. La investigación se centra en el origen de los fondos millonarios que administraba y en por qué utilizaba a los empleados legislativos en sus actividades.
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