Tras varias semanas de tensiones en el sindicalismo argentino, Pablo Moyano decidió continuar en su cargo de secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT). El líder sindical tomó la decisión luego de reunirse con aliados, entre los que se encontraban Omar Plaini, Secretario General de Canillitas; y Mario “Paco” Manrique, de SMATA. El dirigente sindical tomó la decisión en el cónclave que se realizó en la sede del gremio de Camioneros, luego de que corrieran los rumores de renuncia por haber faltado a la cena de la mesa chica de la CGT con Alberto Fernández en la Quinta de Olivos, un gesto que anticipó la ruptura. “Romper la CGT sería un acto de irresponsabilidad, nuestra y de cualquiera”, dijo Manrique a la salida del encuentro. “La unidad es superior al conflicto”, agregó Plaini. De la cena en Olivos participaron el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, los otros dos triunviros Daer y Acuña, así también como Gerardo Martínez de la UOCRA, José Luis Lingeri de Obras Sanitarias y Andrés Rodríguez de los estatales de UPCN, todos pertenecientes al sector identificado como “Los Gordos”, de buena sintonía con Alberto Fernández y Sergio Massa. Sin embargo, estuvieron ausentes los representantes de los estatales de ATE y el referente de los bancarios Sergio Palazzo, dirigentes que se apoyan en Moyano y su Frente Sindical para el Modelo Nacional (Fresimona) y la Corriente Federal de Trabajadores, de sesgo kirchnerista. “El secretario de Comercio está más preocupado por las figuritas que por el aumento del pan o los productos básicos. Algunos sectores del gobierno demuestran cierta incapacidad para ponerse al frente de lo que está pasando”, se quejó Moyano. “No se puede decir que la inflación es una sensación; sabemos quiénes son los cuatro o cinco que aumentan”, dijo, en declaraciones radiales. Los cruces en la cúpula de la CGT llevan meses, pero se profundizaron cuando desde el moyanismo y el ala gremial K fogonearon una marcha en apoyo a Cristina Fernández luego del alegato del fiscal Diego Luciani en la Causa Vialidad. Esa intención chocó de frente con la negativa de “Los Gordos”, que preferían evitar la injerencia en las cuestiones judiciales de la vice. Días después, con el intento de ataque contra Cristina Fernández, Moyano y los sindicalistas afines al kirchnerismo volvieron a reclamar una movilización cegetista en conjunto, pero la negativa del resto de la cúpula se volvió a imponer. El clímax de tensión se alcanzó esta semana a partir de la crisis en el gremio del neumático. En la CGT ven con preocupación el avance de los partidos de izquierda en los sindicatos con el caso del conflicto de fondo. La conducción del SUTNA responde al Partido Obrero y nada tiene que ver con la tendencia del peronismo en los sindicatos, que habitualmente es más negociador.
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