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Juan Grabois, desde hace tiempo, es la cara visible de la lucha que consiste en el acceso a la vivienda digna para los sectores más vulnerables bajo el lema “Techo, Tierra y Trabajo”. Siempre polémico, advierte que “la mecha es corta” frente a la crisis económica y social. y le plantea a Alberto Fernández que debe “romper pactos de poder, para darle un pedacito de tierra a la gente”. El referente de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) insiste que habrá numerosas tomas de tierras si desde el Estado no se brinda herramientas de acceso a la vivienda y, ejemplifica: “Si en un casa de dos por dos, son ocho, no entra más gente, o dos se van a la calle o se van a tomar un terreno”. “No hay otra opción, pasa igual por más que me parezca que no es ético”, expresó Grabois. Ante el planteo de la inacción del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, que le costó el puesto a María Eugenia Bielsa, el referente agregó que funcionarios que responden a él abandonaron esa cartera “y se fueron a Desarrollo Social porque no podían trabajar”. Hay funcionarios que responden al dirigente del MTE en distintas áreas del Estado, sin embargo él se mantiene al margen: “Yo elegí no ser diputado ni funcionario para venir con libertad a plantear y criticar esté quien esté”. En ese sentido cuestionó que “hoy no tenemos un proyecto de país” y que para resolver la actual situación hay que tocar intereses. “No elegimos vivir en un país donde tenemos que organizar comedores y cooperativas de cartoneros”, resumió sobre los dirigentes sociales, responsabilizando a la herencia de la vieja política. No obstante, agregó que “no es el turno de gobernar de mi generación. Lo nuestro es un acompañamiento crítico, hubo cambios y cosas que son mejores que con Macri, pero no es a lo que nosotros aspiramos, me puse contento con lo de Vicentin pero cuando se fue para atrás te pones mal”, analizó y consideró que el Frente de Todos “es una coalición con contradicciones”. Si bien razonó que los problemas del país “no se resuelven de un día para el otro”, advirtió que “el Estado está estupidizado”: “Los intendentes no tienen equipos técnicos para hacer proyectos ejecutivos de obras, el Estado está totalmente degradado en sus capacidades técnicas”. Y lamentó que “el tiempo nunca va a alcanzar porque el acumulado de 4.500 barrios populares es el 12% de la población argentina”. En ese sentido, enfatizó: “Hay que romper pactos de poder para darle un pedacito de tierra a la gente”. Pese al contexto crítico en el que se encuentra la Argentina, afirmó que prefiere “un millón de veces a Alberto que a Macri”, pero advirtió que su cercanía con el Gobierno se verá condicionada si la actual gestión encara “una política de ajuste y de concentración de la riqueza”. El límite: “La negociación con el FMI será un punto de inflexión para nosotros”.

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