El Ministerio de Salud de la Nación, llevó a cabo auditorías en los principales hospitales públicos del país que dejaron al descubierto graves irregularidades en el manejo de recursos y contrataciones. Estas acciones forman parte de un “proceso de reorganización y eficientización” que busca optimizar el uso del presupuesto destinado a la salud. Entre las irregularidades detectadas se encuentran la contratación de servicios tercerizados con costos elevados pese a la existencia de personal propio para realizar esas tareas, y la adquisición de medicamentos a precios inflados, superando incluso los valores de venta al público en farmacias. Un ejemplo ilustrativo de estas distorsiones es el costo por hora de los servicios de vigilancia. Mientras que el Hospital Garrahan paga $8000 por hora, en el Hospital El Cruce este monto se eleva a $19.536, y en el Hospital Cuenca Alta a $19.163, marcando una disparidad del 144%. La situación es similar en el área de limpieza, donde el costo por trabajador varía entre $1.600.000 en el Hospital Posadas y más de $2.400.000 en El Cruce y Cuenca Alta, lo que representa una diferencia del 53%. El informe también detalla un “engrosamiento innecesario de las estructuras” y un “exceso de cargos jerárquicos” en los hospitales nacionales. Este desorden administrativo y presupuestario provocó, según el Ministerio, una subutilización de las capacidades de los centros de salud y una atención deficiente a los pacientes. Además, las auditorías revelaron una distribución inequitativa de los recursos, superposición y duplicación de servicios, así como un manejo presupuestario deficiente. Estas inconsistencias también afectan áreas clave como seguridad y mantenimiento, lo que ha llevado al gobierno a revisar y renegociar contratos vigentes. Frente a estos hallazgos, el Ministerio de Salud impulsó un plan de eficiencia y reestructuración que busca reducir los costos operativos y priorizar la asignación de recursos en los pacientes. Se proyecta que en 2025 los gastos en limpieza y seguridad disminuyan un 35% y 45%, respectivamente, generando un ahorro estimado de $760 millones. La cartera sanitaria aseguró que estas medidas no sólo buscan corregir el mal manejo de los recursos, sino también garantizar el acceso a una atención de calidad en los hospitales públicos del país. Este proceso de revisión será clave para restaurar la confianza en el sistema de salud y asegurar la sostenibilidad de los servicios esenciales para la población.
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