Los gremios aeronáuticos encendieron las alarmas tras la negativa de Aerolíneas Argentinas a reabrir las negociaciones paritarias previamente acordadas para finales de 2024. En un comunicado conjunto, la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Unión del Personal Superior y Profesionales de Empresas Aerocomerciales (UPSA) y la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) expresaron su malestar y advirtieron sobre la posibilidad de retomar medidas de fuerza si no se acelera la discusión salarial. El conflicto se origina en el retraso de la compañía, presidida por Fabián Lombardo, en atender el pedido de los sindicatos de revisar los salarios para el último bimestre de 2024. Según el acuerdo alcanzado en noviembre pasado, que incluyó un aumento promedio del 16% y cambios en beneficios laborales, las partes habían pactado la posibilidad de reabrir la negociación si las condiciones lo requerían. Sin embargo, Aerolíneas anunció que las discusiones salariales recién se retomarán en febrero, lo que desató el rechazo de los representantes gremiales. En una carta dirigida a Lombardo, los gremios manifestaron que esta decisión “vulnera la confianza y la buena fe entre las partes” y señalaron que podría desencadenar un nuevo conflicto laboral. “Ya transitamos un escenario similar recientemente, conocemos las consecuencias y estamos intentando evitarlas, pero es evidente que la empresa busca imponer el conflicto”, sostuvieron. El malestar de los gremios se enmarca en un contexto de tensión creciente con el Gobierno, al que también responsabilizan por el atraso salarial que afecta al sector aeronáutico. Las asambleas y paros en los aeropuertos nacionales no se han descartado, y las organizaciones sindicales remarcaron que su objetivo es proteger el poder adquisitivo de los trabajadores, que ha sufrido un deterioro significativo en los últimos meses. Por su parte, el presidente Javier Milei evalúa enviar al Congreso un proyecto para privatizar Aerolíneas Argentinas, una medida que añade incertidumbre al futuro de la línea de bandera. Mientras tanto, los sindicatos destacan su compromiso con la empresa y con el servicio público, recordando el récord de pasajeros transportados durante la temporada de verano. “Los trabajadores hemos demostrado buena fe y compromiso, pero la empresa incumple lo acordado y actúa con desconsideración. Solicitamos no más dilaciones y abordar la negociación salarial a la brevedad”, afirmaron desde los gremios.
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