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La senadora kirchnerista y exgobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci, ratificó su respaldo a la candidatura de Ariel Lijo para ocupar un lugar en la Corte Suprema de Justicia. La decisión, que generó diversas reacciones dentro del oficialismo y la oposición, fue fundamentada por la legisladora en una combinación de pragmatismo político y compromisos asumidos. “Los que pueden llegar a venir son peores”, afirmó Corpacci, subrayando la complejidad de las designaciones en el máximo tribunal y los cuestionamientos recurrentes hacia los candidatos. A pesar de haber firmado el dictamen en favor de Lijo, que ya cuenta con las nueve rúbricas necesarias, la senadora confesó que inicialmente esperaba que la postulante fuera una mujer, en línea con el pedido de equidad de género promovido por diversos sectores. Corpacci reveló que su apoyo a Lijo surgió también a instancias del gobernador catamarqueño Raúl Jalil, quien le solicitó acompañar la postulación. No obstante, aclaró que la decisión no fue instruida directamente por Cristina Fernández, aunque en su momento discutieron la posibilidad de promover una candidata mujer. “No lo logramos, y yo había asumido el compromiso de que, si no se daba antes de fin de año, iba a acompañar el pliego”, explicó. En relación con las críticas históricas del kirchnerismo hacia Lijo, Corpacci señaló que sus preocupaciones hacia el magistrado “son similares a las que tendría respecto de otros candidatos”. Sobre episodios controvertidos, como la detención del exvicepresidente Amado Boudou ordenada por Lijo y la posterior filtración de imágenes, la senadora calificó el hecho como “un exceso” que no atribuye directamente al juez. Finalmente, la senadora justificó su decisión argumentando que el funcionamiento actual de la Corte Suprema es insostenible. “Así como queda, no puede seguir funcionando”, sostuvo, y adelantó que espera que otros senadores del oficialismo también respalden el dictamen. Con 33 senadores en su bloque, el kirchnerismo tiene la capacidad de frenar la designación de cualquier candidato al no alcanzar los dos tercios necesarios para el acuerdo, pero Corpacci admitió que esta mayoría no siempre garantiza un control absoluto: “Teniendo 33, hubo cosas que no pudimos frenar. A veces pasa”. 

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