El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, desató una nueva polémica al visitar los barrios La Matera y Villa Luján, en Quilmes, generando un cruce de declaraciones con la intendenta local, Mayra Mendoza. En un contexto de precariedad marcado por el barro y los basurales, las imágenes de la visita evocaron antiguas campañas de la exgobernadora María Eugenia Vidal, lo que no pasó desapercibido para Mendoza. La intendenta de Quilmes, visiblemente molesta, cuestionó la actitud de Ferraresi y pidió el respaldo del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, para afrontar las necesidades estructurales del distrito. “Este fin de semana tuvimos en Quilmes la visita de nuestro vecino intendente al estilo notero de La Nación Más”, expresó Mendoza, defendiendo a su vez las obras realizadas durante su gestión. Mendoza destacó logros como la construcción de un Centro Integrador, un Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS), asfaltos, obras hidráulicas y nuevas luminarias en los barrios mencionados. Sin embargo, remarcó la necesidad de apoyo provincial y nacional para concretar el plan hídrico, social y ambiental de la cuenca de los arroyos San Francisco y Las Piedras, una obra fundamental para mejorar la calidad de vida en esas zonas. La intendenta también utilizó sus redes sociales para responder a Ferraresi y recordar su paso como ministro de Hábitat durante el gobierno de Alberto Fernández. “Es una pena que cuando era ministro de Hábitat no mostrara esta misma preocupación por la situación de los barrios de Quilmes”, señaló Mendoza, acusándolo de dificultar obras solicitadas en ese momento. Ferraresi no respondió públicamente a las críticas, pero su visita a Quilmes reavivó la tensión política entre ambos dirigentes, que ya han protagonizado enfrentamientos en el pasado. Mendoza concluyó su mensaje con un llamado a trabajar de manera conjunta: “Desde mi lugar, voy a trabajar para que cada municipio tenga las obras que merece. Lo que me importa es la gente”. Este episodio refleja las divisiones internas dentro del oficialismo y pone de manifiesto las dificultades para coordinar esfuerzos entre los distintos niveles de gobierno en los municipios del conurbano bonaerense.
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