Las acciones de las empresas argentinas que cotizan en Wall Street (ADRs) registraron una significativa caída al inicio de la semana, mientras que el riesgo país superó los 1500 puntos, luego de los anuncios económicos del ministro de Economía, Luis Caputo, y del titular del Banco Central, Santiago Bausili. En una jornada marcada por la volatilidad, los ADRs de los bancos fueron los más afectados. El Banco Supervielle lideró las bajas con un retroceso del 9%, seguido por el Grupo Financiero Galicia (-6,7%), Banco Macro (-6,3%) y Banco BBVA (-6,2%). Otros sectores también mostraron caídas considerables: Edenor (-7,5%), Irsa (-5,9%), Transportadora Gas del Sur (-5,5%), ADR Central Puerto (-4,5%), Despegar (-4,4%), Pampa Energía (-4,2%), Telecom Argentina (-3,7%), Mercado Libre (-3,6%) y Cresud (-3,5%). El índice de riesgo país, elaborado por JP Morgan, comenzó el mes en 1506 puntos, reflejando una mayor desconfianza en la capacidad de pago de la deuda argentina. Este aumento del riesgo país está vinculado directamente con la caída en los rendimientos de la deuda argentina, que es inversamente proporcional al aumento de sus precios. Además, los dólares financieros registraron subas de hasta un 3%. El dólar blue alcanzó un nuevo máximo histórico, cotizando por encima de los $1400, mientras que el CCL se situó en $1387,57 y el MEP en $1384,44. El dólar cripto, por su parte, cotizó a $1386,10 para la venta. La reacción del mercado se produjo después de las declaraciones del ministro Caputo y el titular del BCRA, quienes anunciaron el inicio de una “segunda fase” del plan económico. En una reunión con representantes de bancos, se delinearon los pasos para el traspaso de la deuda de la autoridad monetaria al Tesoro y se dieron mayores precisiones sobre la nueva letra de regulación monetaria que reemplazará a los pasivos remunerados del Banco Central. Caputo reafirmó los objetivos fiscales y cambiarios, aunque sin detallar plazos específicos para la salida del cepo cambiario. “Volvieron a insistir en que va a salir del cepo cuando se den las condiciones. No tienen ningún apuro”, comentó un banquero presente en la reunión. Asimismo, el ministro aseguró que “el peso no desaparecerá” y que se buscará que sea una moneda fuerte, respaldando la intención de avanzar en una próxima etapa de competencia de monedas. Esta situación genera incertidumbre en los mercados y pone en evidencia los desafíos económicos que enfrenta el gobierno para estabilizar la economía y recuperar la confianza de los inversores.
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