Luego de quedar resuelta la disputa presidencial a favor del líder libertario Javier Milei, la atención se desplaza hacia un nuevo escenario en la oposición. La reagrupación no se limita sólo al peronismo, sino también a Juntos por el Cambio, que se fragmentó tras la derrota sufrida en las elecciones generales. A pesar de la oportunidad que presentaba el descontento social por la gestión de Alberto Fernández, la alianza opositora no logró capitalizarlo, viéndose eclipsada por la irrupción de una figura nueva que conquistó gran parte del electorado motivado por el enojo y la angustia. El revés electoral tuvo serias consecuencias. Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno porteño, admitió públicamente semanas después de la derrota que el fracaso “no fue gratuito”. Su tardío respaldo a la campaña de Patricia Bullrich apenas tuvo impacto perceptible, y en ese mismo contexto, la Coalición Cívica, que inicialmente respaldó a Bullrich, cambió su postura tras el pacto entre Milei y Macri. Elisa Carrió, al frente de la Coalición Cívica, acusó al expresidente de romper Juntos por el Cambio. La Coalición Cívica llevará a cabo una cumbre de “lilitos” para analizar el futuro de Argentina y definir su posición desde el Congreso y los distintos poderes legislativos: “No rompimos nada. Juntos por el Cambio ya estaba roto por decisión de otros”. Subrayaron la importancia de la claridad en el próximo escenario político y expresaron su intención de no ser absorbidos por oportunismos, manteniendo la autonomía y adoptando un enfoque paso a paso. Respecto al resultado del balotaje, desde la Coalición Cívica mostraron respeto por la voluntad popular y reconocieron la expresión de hartazgo. Sin embargo, dejaron claro que asumirán el papel que la sociedad les asignó: ser oposición, sin entrar en negociaciones. La conversación política y pública, según ellos, se llevará a cabo en el parlamento. En cuanto a la nueva conformación del oficialismo, que contará con el PRO al menos su ala dura como aliado, desde la Coalición Cívica expresaron su deseo de evitar ser absorbidos por la corriente de oportunismo, reafirmando su postura de autonomía y la necesidad de observar y evaluar cómo se desenvuelven las demás fuerzas políticas en este nuevo escenario.
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