En medio del cierre de listas políticas Sergio Massa retrasó su viaje a Washington para renegociar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El incumplimiento de las metas establecidas para el segundo trimestre generó preocupación en las autoridades argentinas. Aunque las conversaciones virtuales entre el Gobierno y el FMI continúan, aún no hay claridad sobre la firma del nuevo acuerdo. Mientras tanto, el calendario de vencimientos sigue su curso. Según lo establecido, Argentina debe afrontar dos pagos por un total de más de US$2695 millones en los próximos días. Inicialmente, el gobierno argentino buscaba que el FMI adelantara todos los desembolsos programados para 2023, teniendo en cuenta las dificultades para acumular reservas. Sin embargo, analistas de la consultora LCG consideran que es poco probable que el FMI apruebe este adelanto de fondos. Aunque tampoco esperan que el país caiga en default, ya que sería inviable atravesar los próximos meses sin el desembolso del FMI, especialmente en términos de pago de intereses por la deuda en dólares del sector público. Ante esta situación, la expectativa de la consultora LCG es que el Gobierno logre refinanciar los vencimientos con el FMI hasta septiembre, obteniendo alrededor de US$7000 millones y que, además, se otorgue un adicional en concepto de dificultades por la sequía para cubrir las necesidades del próximo trimestre. Sin embargo, en caso de que las negociaciones no avancen lo suficiente y el ministro de Economía no pueda viajar a Washington para firmar el acuerdo, Argentina buscará implementar un plan alternativo. Según trascendió el Palacio de Hacienda apunta a realizar el pago a finales de mes. Dado que las reservas netas del Banco Central (BCRA) se estima que son negativas, Sergio Massa cuenta con pocas alternativas para cumplir con los pagos al FMI. Una de las posibilidades que se evalúan es realizar un pago parcial que demuestre “buena voluntad” y continuar con las negociaciones, a la espera de una resolución favorable por parte del organismo. Cálculos privados indican que aún hay disponibles alrededor de US$1700 millones en Derechos Especiales de Giro (DEG), la moneda del FMI, dentro de las reservas brutas del Banco Central. Aunque esta cifra no es suficiente para cancelar todas las obligaciones de esta semana, podría utilizarse para realizar un pago parcial y continuar con las negociaciones, manteniendo la esperanza de una solución favorable por parte del organismo internacional.
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