Finalmente Martín Soria, asumirá al frente del ministerio de Justicia de la Nación en reemplazo de Marcela Losardo. El dirigente rionegrino renunció a su banca como diputado nacional y se prepara para encarar tres objetivos claves para el Gobierno. Con el ingreso formal de Soria al ministerio de Justicia, Alberto Fernández buscará cerrar el nuevo capítulo de la crisis iniciada a partir de su polémico discurso de endurecimiento ante el Poder Judicial, durante la Asamblea Legislativa. Una vez en funciones, Soria pondrá la mira en sus prioridades como titular de la cartera de Justicia: impulsar en el Congreso la modificación del Ministerio Público Fiscal, ocupar los cargos vacantes de juzgados y fiscalías y aprobar la reforma judicial. Tras asumir formalmente en la cartera de Justicia, su primer desafío será lograr los votos necesarios para aprobar la ley de modificación de la Procuración, con el fin de nombrar un nuevo titular en lugar de Eduardo Casal, quien ocupa ese puesto de manera interina. Según los cálculos del futuro ministro, al oficialismo le faltan entre seis y siete votos para sacar la ley. En ese sentido su plan es acercar una oferta al bloque del Consenso Federal. El ofrecimiento será la posibilidad de quitar el discutido artículo del proyecto del Senado que modifica la mayoría para los jury de enjuiciamiento. En el actual contexto político judicial, la reforma de ese mecanismo, a través del cual se revisan las conductas de los fiscales y se define si se los expulsa o se los multa, pondría en jaque al procurador interino, Casal, y a los fiscales Eduardo Taiano y Carlos Stornelli. Soria se sumará al pivot de poder kirchnerista junto al viceministro Mena, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, y su medio hermano, Gerónimo Ustarroz, representante del Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura, órgano clave para la Justicia sobre el que hay una especial expectativa por la tarea de analizar el desempeño de los jueces federales, aquellos que investigan y juzgan a la vicepresidente Cristina Fernández por las causas de corrupción, y de hacer los concursos de jueces y fiscales en el Poder Judicial. Una de sus prioridades será empujar a máxima velocidad la ocupación de las vacantes.
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