El Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Daniel Arroyo, está destinado a brindar inclusión laboral, sobre todo a los trabajadores de la economía popular. Entre enero del año pasado y enero de 2021, el gobierno de Alberto Fernández le destinó cerca de ochenta y tres mil millones de pesos. Para acceder a los beneficios que otorga el programa hay que inscribirse en el Registro Nacional de Trabajadores de la Economía Popular que está bajo el liderazgo de Emilio Pérsico, el secretario de Economía Social y principal referente del Movimiento Evita. Pérsico es secundado en el cargo por el coordinador nacional del movimiento Barrios de Pie, Daniel Menéndez, quien fue nombrado subsecretario de Promoción de la Economía Social y Desarrollo Local. Rafael Klejzer, otro nombre con volumen propio dentro de las organizaciones barriales, también comparte ministerio con Pérsico y Menéndez. Es el director de la Secretaría de Economía Social y es el referente del Movimiento Popular La Dignidad. Con la llegada de Fernández a la Casa Rosada, los principales grupos piqueteros, alineados al kirchnerismo, accedieron a cargos con poder de decisión y abultados presupuestos en la cartera de Arroyo. El programa Potenciar Trabajo es una de las principales iniciativas del ministerio, y desde un comienzo estuvo consensuada con Pérsico y otros referentes sociales, como Fernando “Chino” Navarro, otro de los líderes del Movimiento Evita y con despacho en Balcarce 50. Junto a la Tarjeta Alimentar, es uno de los principales programas que cuenta con millonarios fondos para destinar a un amplio sector de la sociedad golpeada por la crisis económica del país que se agigantó con las restricciones impuestas por el gobierno nacional durante el aislamiento social por la pandemia del coronavirus. Todas estas acciones terminaron por convertirse en una poderosa herramienta para hacer política. A lo largo del año pasado recibieron $82.705.119.547. Ese monto incluye financiación para varios programas de inclusión laboral y apoyo económico “que consiste en programas de transferencias monetarias a personas y organizaciones ejecutantes de proyectos orientados al desarrollo y fortalecimiento de las actividades socio-productivas, sociolaborales y socio-comunitarias, priorizando los siguientes rubros: Tareas de cuidados y servicios socio-comunitarios. Reciclado y servicios ambientales. Construcción, infraestructura social y mejoramiento barrial y habitacional. Agricultura familiar y producción de alimentos. Producción textil y de otras manufacturas”.
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