El Gobierno descartó el plan de prohibir el ingreso y egreso de ciudadanos argentinos y se encamina a restringir los vuelos desde países considerados de riesgo por el fuerte aumento de casos, pero sobre todo, por la circulación comunitaria de las nuevas mutaciones de coronavirus. En una reunión de emergencia se resolvió no cancelar todos los vuelos desde el exterior, como se había discutido en el comienzo de la semana, sino limitarlos según la situación en cada país. La lista de países con los que se acotarán las conexiones se está definiendo, pero en principio se tratará de Estados Unidos, Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, México, Chile, Panamá y las naciones que integran la Comunidad Europea. La medida se mantendrá vigente hasta el 9 de abril y el cronograma de vuelos y la cantidad máxima de pasajeros que podrán ingresar y egresar del país serán definidas por el área de Migraciones, la Administración Nacional de Aviación Civil y la cartera de Salud. La ministro de Salud, Carla Vizzotti, y su par de Turismo, Matías Lammens, así como la directora de Migraciones, Florencia Carignano, estuvieron en la Casa Rosada para discutir la situación y perfilar estas y otras medidas a tomar. Las autoridades quieren impedir la circulación comunitaria de algunas de las mutaciones sudafricana, inglesa y brasileña del COVID-19 presentes en otros países. Vizzotti analizó con los ministros provinciales el ritmo de vacunación, que se encuentra por debajo de lo esperado pero muestra señales de crecimiento. El lunes se habían registrado 102.259 inoculaciones, el martes 125.481, y hoy se distribuyeron 144.636. En total, la cifra de vacunas aplicadas en todo el país se acerca a los dos millones, según el Monitor Público de Vacunación. La baja cantidad de inoculaciones en relación al total de la población se suma a que no hay seguridad acerca de si las vacunas distribuidas por los distintos laboratorios serán eficaces ante las nuevas variaciones del coronavirus. En ese sentido, la preocupación del Gobierno gira en torno a Brasil, el polo de contagios de la variante P-1 de coronavirus, que registra alrededor de 1.300 muertes diarias desde las últimas semanas y ayer causó un pico de 2.300. Mientras tanto, las unidades de cuidados intensivos (UCI) de 25 de las 27 capitales regionales están al borde del colapso o desbordadas.
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