Debido a la falta de pruebas contundentes, la Justicia ordenó la liberación de dos sospechosos de haber participado en el asesinato del conductor de la línea 620, Daniel Barrientos de 65 años, en la localidad bonaerense de Virrey del Pino, partido de La Matanza. El incidente conmocionó al país y provocó una manifestación masiva por la inseguridad en la región. Los acusados, Alex Gabriel Barone (19) y Gabriel Alejandro Barone (24), fueron detenidos como presuntos autores materiales del asesinato de Barrientos. Sin embargo, el fiscal de homicidios de La Matanza, Gastón Dupplá, decidió no solicitar la prisión preventiva, lo que resultará en la liberación de los sospechosos de la cárcel de Melchor Romero. La decisión se tomó después de que dos peritajes favorecieron a los implicados: una prueba de barrido electrónico para detectar si habían disparado armas y un análisis comparativo de un arma confiscada con las vainas recuperadas en la escena del crimen. Ambos estudios arrojaron resultados negativos. Además, los sospechosos no aparecían en las cámaras de seguridad, no se encontraron las armas utilizadas en el crimen, y no se hallaron huellas dactilares en el arma recuperada. La única prueba disponible hasta ahora es el reconocimiento que se llevó a cabo en una rueda de pasajeros que abordaron el colectivo el día del hecho.
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