El funeral del papa Francisco se celebrará en la Plaza de San Pedro, donde miles de fieles y decenas de jefes de Estado rendirán homenaje al primer pontífice latinoamericano de la historia. La misa comenzará a las 10 de la mañana, hora local (5 en la Argentina), y será oficiada por el decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re. El cuerpo de Jorge Mario Bergoglio, fallecido el lunes a los 88 años tras sufrir un derrame cerebral, reposa desde entonces en la capilla de la residencia de Santa Marta. Vestido con una casulla roja y mitra blanca, sostiene un rosario entre las manos y es custodiado por guardias suizos, según mostraron las primeras imágenes difundidas por el Vaticano. A partir del miércoles a las 9, los fieles podrán despedirse del Papa en la Basílica de San Pedro. La procesión partirá desde Santa Marta tras una oración presidida por el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrell, y recorrerá distintos puntos del Vaticano hasta ingresar por la puerta central de la basílica. El féretro será simple, de madera y zinc, sin los tradicionales tres ataúdes ni el catafalco, en línea con el estilo austero que caracterizó al pontífice. Tras la ceremonia, el cuerpo será trasladado para su entierro a la Basílica de Santa María la Mayor, lugar muy significativo para Francisco, quien solía visitarla antes y después de cada viaje pastoral. En su testamento, el papa dejó instrucciones precisas: deseaba ser sepultado en un nicho sencillo, “en la tierra, sin decoración particular, con la única inscripción: Franciscus”, entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza, dentro de esa misma basílica romana. La prensa italiana estima que más de medio millón de personas participarán de las ceremonias. La conmoción en el mundo católico es profunda: Francisco, apodado “el papa de los últimos”, deja un legado marcado por su cercanía con los más vulnerables, su impulso a la reforma eclesiástica, la defensa del medioambiente, el diálogo interreligioso y la lucha contra los abusos en la Iglesia. El último saludo al papa argentino será, según muchos, también un tributo a su forma de entender el poder: al servicio de la gente y no por encima de ella.
Compartir
