El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigu, anunció que el país está llevando a cabo entrenamientos militares destinados a prepararse para una respuesta nuclear “masiva” en caso de un eventual “bombardeo nuclear enemigo”. Los ejercicios militares se llevaron a cabo en medio de una serie de tensiones globales y tras la aprobación por parte del Senado ruso de la revocación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT). Shoigu informó al presidente ruso, Vladimir Putin, que estos ejercicios implican “el lanzamiento de un ataque nuclear masivo por fuerzas estratégicas ofensivas en respuesta a un ataque nuclear enemigo”, según la agencia de prensa Interfax. Estos anuncios se producen poco después de que el Kremlin informara sobre ensayos militares balísticos en el país. Rusia argumenta que se ha visto obligada a dar este paso para restablecer la paridad nuclear con Estados Unidos, ya que este último tampoco ratificó el CTBT. En febrero, Rusia suspendió el cumplimiento del START III, el último tratado de desarme nuclear aún en vigor entre ambas naciones. El presidente Putin supervisó los ejercicios a distancia, que involucraron el lanzamiento de misiles balísticos y de crucero, así como la participación de submarinos nucleares y dos bombarderos estratégicos Tu-95. El Kremlin, en un comunicado, señaló que estos entrenamientos involucraron a las fuerzas de tierra, mar y aire integradas en las fuerzas de disuasión nuclear, y durante las maniobras “se lanzó un ataque nuclear masivo de las fuerzas ofensivas estratégicas en respuesta a un ataque nuclear enemigo”. Estos movimientos militares han generado preocupación a nivel internacional, ya que aumentan las tensiones en un contexto geopolítico ya tenso. La comunidad internacional sigue atentamente estos desarrollos en busca de una resolución pacífica a las crecientes tensiones nucleares.
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