El Gobierno nacional formalizó el inicio del proceso para concesionar Tecnópolis, uno de los predios más emblemáticos de la última etapa del kirchnerismo. La decisión había sido anticipada por el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, y quedó oficializada con la publicación en el Boletín Oficial. Según explicó el funcionario en redes sociales, el objetivo es que el predio “nunca más sea una carga para los bolsillos de los argentinos”, al pasar a funcionar bajo un esquema de inversión privada. A diferencia de una privatización, la concesión no implica la venta del inmueble: el Estado conserva la titularidad y recupera la administración, una vez vencido el plazo contractual. El procedimiento aprobado corresponde al Concurso Público de Etapa Múltiple Nacional, una modalidad que la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) considera adecuada por criterios de economicidad, eficiencia y transparencia. La concesión se otorgará por un período de 300 meses (25 años), con opción a una prórroga adicional de 12 meses. El activo en juego es de magnitud. La concesión abarca una superficie total de casi 510 mil metros cuadrados, distribuidos en distintas parcelas del partido bonaerense de Vicente López. Además de su ubicación estratégica, el predio carga con un fuerte contenido simbólico dentro de la política cultural y comunicacional de las últimas décadas. El proceso licitatorio se gestionará de manera íntegramente electrónica, a través de los sistemas oficiales de la Oficina Nacional de Contrataciones, en línea con la normativa vigente para los bienes inmuebles del Estado nacional. Uno de los puntos centrales del expediente es el canon de concesión. De acuerdo con el informe del Tribunal de Tasaciones de la Nación, el monto mensual inicial fue fijado en 611 millones de pesos, libres de impuestos, tasas y gravámenes, sin incluir IVA. Ese valor equivale a 367.046 Unidades de Valor Adquisitivo (UVA), calculadas al tipo de cambio vigente al 1° de diciembre de 2025. A su vez, se estableció un seguro contra incendio por 60 mil millones de pesos, requisito obligatorio para el adjudicatario. Desde el punto de vista técnico, la tasación contempló usos compatibles con los actuales, lo que deja abierta la posibilidad de que el predio mantenga parcialmente su perfil recreativo y cultural, aunque bajo una lógica de gestión privada. Tecnópolis fue concebido en 2010, durante el segundo mandato de Cristina Fernández, como una gran muestra para celebrar el Bicentenario de la Revolución de Mayo. Tras una postergación inicial, abrió sus puertas en julio de 2011 como un espacio gratuito orientado a la divulgación científica, tecnológica y cultural. Durante sus primeros años, el parque albergó exposiciones interactivas, pabellones temáticos y recitales multitudinarios, y fue presentado por el Gobierno de entonces como una herramienta de inclusión y difusión del conocimiento. Sin embargo, con el correr del tiempo, su financiamiento exclusivamente estatal y la falta de sustentabilidad económica lo convirtieron en un foco recurrente de controversias.
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