Tras el fracaso de las negociaciones paritarias, el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA) confirmó un paro nacional de 24 horas. La decisión profundiza el conflicto con los principales fabricantes del sector y se produce en un contexto de alta tensión social y económica, a pocos días de las Fiestas. La jornada de protesta incluye concentraciones en las puertas de las plantas de FATE y Bridgestone, mientras que frente a la fábrica de FATE se desarrollará, un festival solidario con la participación de murgas y grupos musicales. También están previstas manifestaciones frente a la planta de Pirelli. Desde el sindicato explicaron que la medida responde a “maniobras dilatorias de las patronales” y remarcaron que el eje del reclamo es “defender el salario y las condiciones de vida de las familias trabajadoras”, en un escenario de fuerte deterioro del poder adquisitivo. La decisión fue adoptada luego de la última audiencia realizada el 19 de diciembre ante la Secretaría de Trabajo. Pese a la intervención de las máximas autoridades del área y a extensas reuniones bilaterales y tripartitas, la negociación volvió a fracasar y se resolvió pasar a un cuarto intermedio hasta el viernes 26. Desde el SUTNA cuestionaron duramente ese plazo por considerarlo “muy prolongado” frente a la urgencia de la situación salarial y la proximidad de las fiestas de fin de año. Además, rechazaron las propuestas presentadas por las empresas, tanto por los montos ofrecidos como por la falta de una propuesta salarial unificada. Del lado empresario, FATE, Bridgestone y Pirelli expusieron un diagnóstico común y advirtieron sobre la delicada situación del sector. En las audiencias señalaron que el elevado nivel de inventarios, la llegada de nuevos competidores y la pérdida de competitividad para exportar están afectando de manera crítica las variables que sostienen el negocio. Según plantearon, este escenario “amenaza el futuro de la actividad y de la fabricación local” y pone en riesgo la continuidad de la producción si no se logra recomponer el equilibrio entre salarios, costos y competitividad. Mientras tanto, el conflicto permanece abierto y suma presión en un cierre de año marcado por la conflictividad laboral.
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