El peronismo bonaerense enfrenta una fuerte disputa interna sobre la organización del calendario electoral. Mientras Cristina Fernández rechaza un desdoblamiento de las elecciones, el gobernador Axel Kicillof insiste en adelantarlas y Sergio Massa prefiere que se realicen en noviembre. Este desacuerdo genera fricciones en el denominado “triángulo de hierro” del peronismo, que ahora busca una solución mediante una mesa de negociación. Según trascendió, en los próximos días podría definirse la suspensión de las PASO, con la posibilidad de que las elecciones generales provinciales se realicen el 7 o el 14 de septiembre. La fecha clave sería el 27 de marzo, cuando la Legislatura debería votar la suspensión de las primarias. Para ello, se espera un acercamiento entre Cristina Fernández, Axel Kicillof y Sergio Massa. Mientras tanto, en la Legislatura bonaerense el diputado del Frente Renovador, Rubén Eslaiman, ya presentó un proyecto para suspender las PASO. Kicillof, por su parte, firmó un decreto estableciendo la fecha de las primarias para el 13 de julio, aunque aclaró que cumpliría con los requisitos legales hasta que los legisladores tomaran una decisión definitiva sobre su continuidad. El contexto político también se ve influenciado por movimientos en la oposición. La reciente foto de Javier y Karina Milei con Cristian Ritondo y Diego Santilli en la Casa Rosada generó presión en las filas peronistas. En este escenario, La Cámpora busca que Máximo Kirchner represente a Cristina Fernández en la mesa de negociaciones. En el Frente Renovador reconocen que la definición de la fecha electoral está atada a la suspensión de las PASO y que cualquier decisión debería tomarse antes del 27 de marzo. La relación entre los principales actores del peronismo bonaerense sigue tensa. La expresidenta ya había dejado en claro su oposición a un adelantamiento electoral en una reunión con Kicillof y Massa en noviembre pasado. Desde entonces, las negociaciones han sido complejas y las diferencias continúan. Un sector del peronismo advierte que el gobernador Kicillof toma decisiones de manera unilateral. Esto genera malestar en sectores alineados con Cristina Fernández. En paralelo, Máximo Kirchner intentó reunir al PJ bonaerense, pero encontró resistencia dentro del partido. En los próximos días se definirá si el peronismo bonaerense logra cerrar filas en torno a un nuevo calendario electoral o si persisten las divisiones que podrían debilitar su estrategia de cara a los comicios.
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