En un mensaje publicado en sus redes sociales minutos antes de un acto oficial, el presidente Javier Milei anticipó que continuará con su política de recortes en 2025, en línea con su objetivo de reducir el déficit fiscal. La declaración se produjo después de su ausencia en la 30° Conferencia Industrial de la Unión Industrial Argentina (UIA), evento en el que los empresarios hicieron énfasis en la necesidad de un mayor respaldo estatal a la industria nacional. En su publicación, Milei compartió una imagen de su mesa de trabajo en la Casa Rosada, en la que se podía ver una motosierra roja, símbolo de su campaña electoral de 2023. Acompañada de la leyenda “seguiré a full con la motosierra…viva la libertad carajo!”, la foto evocó una vez más su compromiso con el recorte del gasto público y el ajuste económico. El presidente, que en ese momento se encontraba preparando su discurso para un acto de la Policía Federal Argentina, reafirmó su enfoque de políticas restrictivas para el próximo año. “Estaba trabajando sobre el discurso cuando me puse a pensar sobre las medidas del gobierno para 2025″, expresó en su cuenta de X. En su intervención en la entrega de sables y despachos de las Fuerzas Armadas, Milei también criticó fuertemente las políticas previas, destacando el desamparo de las fuerzas de seguridad y la “absurda” práctica de liberar presos bajo la excusa de cambios de identidad de género. “Con nosotros esta estupidez se termina”, dijo, anunciando una futura reforma para prohibir estos traslados en el sistema penitenciario. Por otro lado, la ausencia de Milei y del ministro de Economía, Luis Caputo, en la conferencia de la UIA dejó a los empresarios con un sabor amargo. El presidente de la entidad, Martín Rappallini, había expresado el deseo de contar con la presencia del mandatario para discutir temas clave como la necesidad de condiciones de competencia más justas en los mercados globales. Rappallini subrayó que la industria nacional no pedía privilegios, sino igualdad de condiciones para competir. La falta de un pronunciamiento en persona de parte del gobierno generó incomodidad en un contexto económico marcado por las crecientes desigualdades comerciales y la competencia desleal con países que subsidian sus sectores productivos. Mientras tanto, el gobierno mantiene su enfoque hacia un 2025 de ajustes y reformas, priorizando su plan económico, aunque dejando abiertas las críticas por su distanciamiento con el sector industrial.
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