En el marco del G20, el presidente argentino, Javier Milei, y su par chino, Xi Jinping, sostuvieron una reunión de 30 minutos en el Hotel Sheraton de Río de Janeiro, bajo estrictas medidas de seguridad. Durante el encuentro, ambos líderes discutieron una hoja de ruta orientada a fortalecer los lazos económicos y comerciales entre ambas naciones, en un contexto marcado por las necesidades financieras de Argentina y los intereses estratégicos de Beijing en América Latina. Según un comunicado oficial, los temas abordados incluyeron “la cooperación constructiva y la ampliación de las relaciones comerciales”. Argentina expresó su intención de diversificar sus exportaciones hacia el mercado chino, mientras que Beijing manifestó interés en incrementar el comercio bilateral. Además, Xi Jinping cursó una invitación formal a Milei para visitar China, mientras que el presidente argentino invitó al mandatario asiático a Buenos Aires. Ambas visitas serán programadas por las respectivas cancillerías. El cónclave marca un cambio notable en la política exterior de Milei, quien durante su campaña electoral de 2023 se mostró crítico hacia el régimen comunista chino. Sin embargo, las urgencias económicas del país llevaron al mandatario libertario a priorizar un enfoque pragmático. La reunión estuvo acompañada por una nutrida delegación argentina, incluidos los ministros Luis Caputo (Economía), Gerardo Werthein (Relaciones Exteriores), y Santiago Bausili (Banco Central), entre otros altos funcionarios. Este acercamiento con China responde, en parte, a la necesidad de garantizar la continuidad del swap financiero de 5.000 millones de dólares con libre disponibilidad, clave para las reservas argentinas. Según fuentes gubernamentales, Milei habría sido persuadido por su equipo económico para estrechar lazos con Beijing, pese a sus diferencias ideológicas. En el décimo aniversario de la Asociación Estratégica Integral entre ambos países, China busca consolidar proyectos estratégicos en Argentina, como la construcción de represas hidroeléctricas en Santa Cruz, un puerto en Tierra del Fuego y la expansión de su influencia en sectores como la minería y las telecomunicaciones. Sin embargo, el desarrollo de algunas de estas iniciativas podría enfrentarse a limitaciones presupuestarias del lado argentino. La relación de Milei con Estados Unidos también juega un rol decisivo. Con la reciente victoria electoral de Donald Trump, el presidente argentino busca equilibrar sus vínculos entre Washington y Beijing. Este delicado balance podría complicarse si la administración estadounidense endurece su postura hacia China, como lo sugirió Trump en su campaña. Tras su encuentro con Xi, Milei se reunió con Kristalina Georgieva, directora del FMI. Argentina busca renegociar un nuevo acuerdo frente al vencimiento del plan de Facilidades Extendidas, apostando por el apoyo de Trump para influir en las decisiones del organismo.
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