El gobierno de Nicolás Maduro expresó su firme oposición al traslado del avión de Emtrasur Cargo desde Buenos Aires hacia Estados Unidos, considerándolo como un acto de agresión contra su soberanía. Según el comunicado oficial, Venezuela “está decidida a responder de manera contundente ante lo que considera un robo flagrante, perpetrado con la complicidad entre Washington y Buenos Aires”. Para el gobierno venezolano, este evento representa una “violación descarada de las normas internacionales que regulan la aviación civil, así como una acción más dentro de una serie de agresiones ilegítimas llevadas a cabo por Estados Unidos contra Venezuela, que incluyen sanciones económicas y el secuestro de activos”. El comunicado también destaca la determinación de Venezuela para ejercer todas las acciones necesarias con el fin de restaurar la justicia y lograr la restitución del avión a su “legítimo propietario”. Por otro lado, el Departamento de Justicia estadounidense anunció que la aeronave ha sido devuelta con éxito a las autoridades en Florida. Se trata de un Boeing 747 que originalmente pertenecía a la empresa iraní Mahan Air y que ahora está bajo la propiedad de Emtrasur Cargo, una filial de la estatal venezolana Conviasa, ambas empresas sancionadas por el gobierno de Estados Unidos. El avión llegó a Argentina en junio de 2022 con tripulación venezolana e iraní sospechosa de espionaje, y fue retenido inicialmente por la justicia argentina. Sin embargo, posteriormente, debido a la falta de pruebas, los tripulantes fueron puestos en libertad.
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