El presidente Javier Milei se pronunció fuertemente respecto a los cortes de calles, dejando claro que “aquellos que participen en estas acciones no recibirán beneficios de asistencia social”. La respuesta de los grupos piqueteros no se hizo esperar. Juan Grabois, a través de redes sociales, anunció una oposición política e ideológica frontal, comprometiéndose a una postura intelectualmente “honesta pero implacable en sus principios”, abogando por una Argentina basada en los valores de San Martín y Bolívar, en oposición a la visión asociada a Roca y los genocidas. Eduardo Belliboni y Daniel Menéndez, líderes destacados del Partido Obrero y de Barrios de Pie, respectivamente, coincidieron en calificar las palabras de Milei como “represivas e intolerantes”. Estas organizaciones anunciaron planes de protesta conjunta para los próximos 19 y 20 de diciembre. Mientras tanto, la conflictividad social, manifestada en piquetes y cortes de ruta, genera una compleja superposición de derechos. Los seguidores de Milei, que se congregaron frente al Congreso para escuchar sus primeras palabras después de asumir, celebraron la contundencia del discurso presidencial. Milei delineó “un nuevo contrato social que propone un país diferente, donde el Estado vele por los derechos en lugar de dirigir las vidas de los ciudadanos, estableciendo claramente que aquellos que corten calles y violen los derechos de sus conciudadanos no recibirán asistencia social”. Milei también abordó la situación de las fuerzas de seguridad, expresando su opinión sobre la negligencia que han experimentado durante décadas y destacando la necesidad de poner fin a la impunidad delictiva. En respuesta, los movimientos sociales, liderados por figuras como Juan Grabois, critican el discurso de Milei, considerándolo “sesgado y advirtiendo sobre las consecuencias de sus propuestas, como aumentos de precios y mayor pobreza”. El excandidato presidencial Juan Grabois rechazó el enfoque de Milei como un “planteo mesiánico y fundacional”, acusándolo de realizar un análisis histórico “gorila” y de justificar medidas como ajustes al Estado, privatizaciones y despidos. Grabois subrayó su compromiso con un camino diferente, distante de la vieja y nueva casta política. Belliboni fue particularmente enfático al hablar de una “ofensiva de Milei contra los piqueteros”, llamando a la unificación de sectores en la protesta y convocando a una reunión con la CGT.
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