En medio de la compleja situación económica que atraviesa el país, en la Ciudad de Buenos Aires las estadísticas inflacionarias dejaron al descubierto una realidad sorprendente: tener un millón de pesos no es sinónimo de riqueza. A pesar de que la frase pueda parecer un error, los datos recientes confirman que la falta de referencia de precios en la economía está generando un desconcierto que dificulta la identificación de si los productos son caros, baratos o tienen un valor adecuado. De acuerdo con el último informe de la Dirección General de Estadística y Censos porteña, una familia tipo en la Ciudad de Buenos Aires necesita entre $363.666,30 y $1.163.732,15 para ser considerada de clase media. Esta dinámica inflacionaria ha dado lugar a nuevas categorías para clasificar la situación económica y social de las personas. Aquellas familias cuyos ingresos oscilan entre $235.931,45 y $290.933,03 son denominadas “no pobres vulnerables”, mientras que las que perciben entre $290.933,04 y $363.666,29 forman parte del “sector medio frágil”. Es importante destacar que en estas estimaciones no está incluído el costo del alquiler de una vivienda. “Tenés que ser millonario sí o sí porque el peso no vale nada. Se me va mucha plata en el alquiler; de expensas me están matando, y en comida también, se va mucho”, afirman las personas consultadas. Las perspectivas que ofrecieron los entrevistados no fueron nada optimistas. A pesar de las estadísticas presentadas, muchos de ellos no creen que una familia pueda llegar sin problemas a fin de mes con esa suma de dinero. Según uno de los consultados, “no creo que quede mucha gente en esa franja. La plata se gasta en alquiler, en obra social, en ese tipo de cosas”. Y una mujer agregó: “Si ambos en la pareja trabajan, incluso ganando un poco más, se les hace difícil un porvenir”. Incluso una joven que trabaja repartiendo volantes en la calle Florida expresó su escepticismo: “No creo que llegue a ser clase media. Podrían por ahí, tal vez, poner un plato de comida todos los días en la casa, poder pagar un alquiler, quizás una prepaga y algunas cosas básicas, pero no es que vas a estar super bien”.
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