Flavia Royon, quien previamente se desempeñó como secretaria de Minería y renunció a su cargo tras la solicitud del presidente Javier Milei, expresó sus dudas sobre si su salida del Gobierno “pudo haber sido una especie de castigo vinculado al resultado de la votación de la ley ‘Bases’ en la Cámara de Diputados”. El proyecto regresó a comisión después de no avanzar durante la discusión particular de los artículos. Royon, originaria de Salta y exfuncionaria del gobernador Gustavo Sáenz, “negó haber tenido conversaciones o acuerdos sobre la ley, y menos aún sobre cómo votarían los diputados de Salta”. Sin embargo, se la responsabiliza políticamente desde el Gobierno por el “estancamiento del proyecto Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos”. El presidente Milei solicitó la renuncia de Royon y del director de la ANSeS, Osvaldo Giordano, quien también fue objeto de críticas debido a que los diputados de Córdoba votaron en contra del proyecto. Milei argumentó que la situación económica y el momento histórico del país requieren funcionarios “comprometidos con la modernización y desburocratización del Estado”. En una entrevista periodística, Royon afirmó que “no sabe si su renuncia fue una represalia por la desaprobación del proyecto”, aunque reconoció que su salida podría considerarse como una consecuencia de los resultados negativos y un posible acuerdo político con algunos gobernadores, incluido Sáenz. Royon mencionó que, ante los rumores de un supuesto descontento del presidente con ciertos gobernadores, incluido Sáenz, “se puso a disposición y contactó al ministro de Economía, Luis Caputo”. Este le informó que había “cuestiones políticas” que impedían su continuidad en el cargo.
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