Inquieto ante el creciente aumento de la conflictividad social, Axel Kicillof, convocó a sus ministros para abordar la situación y solicitó una “atención especial y la planificación logística de la respuesta”. Kicillof, junto con el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, se erigen como figuras prominentes de la resistencia kirchnerista frente a las políticas de Javier Milei, destacándose como líderes opositores en un peronismo que aún busca reorganizarse después de la derrota electoral de noviembre. En la primera reunión del año con su gabinete, Kicillof delineó la estrategia para enfrentar los desafíos del primer semestre y la “resistencia en curso”. El vínculo con las intendencias se vuelve crucial en este contexto, siendo las primeras líneas de contención ante las demandas de los ciudadanos. Sin embargo, Kicillof enfrenta presiones crecientes por los recursos, complicando el camino hacia una gestión efectiva. A pesar de cargar discursivamente la responsabilidad económica sobre Milei, Kicillof reconoce que él y su equipo “son el dique de contención ante la creciente conflictividad social en la provincia de Buenos Aires”. Por ello, en la reunión de gabinete, se enfocó en la necesidad de prestar especial atención a la situación y planificar respuestas logísticas para abordar distintas eventualidades. En la misma reunión, se abordaron otros temas, como las reuniones bilaterales de los ministros con sus pares nacionales, en las que se espera definir la continuidad o no de programas que afectan a la provincia.
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