A pesar de que los mercados internacionales de capitales están prácticamente cerrados para Argentina debido a la elevada tasa de riesgo país, la deuda pública sigue en aumento. Además del compromiso con el FMI, se suman préstamos de organismos internacionales y emisiones de títulos en pesos a nivel local. Según las estadísticas del Ministerio de Economía, la deuda pública total alcanzó en octubre los 420 millones de dólares, marcando un máximo desde enero de 2019. En cuanto a la composición de la deuda, el 36% del total bruto en situación de pago normal debe pagarse en pesos, mientras que el 64% restante se abonará en moneda extranjera (81% en dólares y 10% en derechos especiales de giro, la moneda del FMI). El informe destaca que los títulos y letras del Tesoro representan el 77% del total, mientras que el resto se distribuye entre acreedores externos oficiales (19%), adelantos transitorios (3%) y otros instrumentos (1%). Desde diciembre de 2019, cuando asumió el Frente de Todos, la deuda pública aumentó en un 29.8%, equivalente a 93.747 millones de dólares, con un incremento de 38.170 millones desde agosto de 2022, cuando Sergio Massa asumió como ministro de Economía. En lo que va de 2023, la deuda del país creció en 22.735 millones de dólares o un 5.7%. El informe también señala que, en los últimos 12 meses, el stock de deuda bruta aumentó en más de 32 millones. El análisis de la composición de la deuda revela que el 52% de las obligaciones a pagar son en dólares, un 21% en CER (ajustables por inflación), un 15% en pesos y un 10% en derechos especiales de giro del FMI. Los analistas advierten sobre la creciente proporción de deuda pública con cláusulas de ajuste, ya sea por inflación o por la evolución del tipo de cambio, destacando que estas obligaciones no se verán reducidas con el tiempo, incluso ante el aumento de los precios.
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