Alberto Fernández, anunció en Beijing la ampliación del swap de monedas entre China y Argentina, proporcionando un “alivio financiero” en medio de la turbulencia cambiaria y la necesidad de fortalecer las reservas del país. Tras una reunión con el presidente chino, Xi Jinping, Fernández expresó su gratitud por la generosidad de China al aumentar el segundo tramo del intercambio de monedas a 6.500 millones de dólares, en lugar de los 5.000 millones originalmente esperados. El mandatario argentino destacó la importancia de esta medida, especialmente en un momento en que el dólar blue superó los $1.000 y las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) siguen en rojo. “Una vez más, el Gobierno chino atendió nuestros pedidos y nos dio una ayuda muy importante”, declaró Fernández. “Esto significa un gran alivio para Argentina, reservas que ingresarán al país”. La activación de este swap era ampliamente esperada por el Gobierno argentino, ya que se produjo en medio de importantes vencimientos y la caída de las reservas brutas del Banco Central por debajo de los 25.000 millones de dólares. Los analistas también señalaron que las reservas netas de libre disponibilidad estaban en negativo en unos 7.000 millones de dólares. El ministro de Economía y candidato, Sergio Massa, celebró la noticia desde Buenos Aires, destacando que Argentina pasó de tener 5.000 millones de dólares a 11.500 millones de dólares de libre disponibilidad en el swap con China. Esto permitirá acelerar el flujo de importaciones, fortalecer las reservas y facilitar el pago de vencimientos. La disponibilidad de los fondos chinos permitirá a Argentina utilizar los yuanes para el pago de importaciones y, de este modo, dirigir los dólares hacia la intervención en las cotizaciones de los mercados financieros, con lo que se intenta estabilizar la situación cambiaria del país.
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