La Cámara de diputados de la Nación se encamina en los próximos días a un receso en su actividad de sesiones virtuales por tiempo indeterminado. La oposición se mantiene firme en su posición de no prestar conformidad para la prórroga del protocolo vigente, que el oficialismo y Juntos por el Cambio consensuaron mientras promediaba la pandemia. “Ahora vamos a esperar a que las sesiones sean presenciales. No hay más prórroga”, sintetizó ayer a este medio uno de los principales referentes opositores de Diputados. El pasado martes, el Gobierno consiguió con acompañamiento opositor, la reestructuración de la deuda pública en dólares emitida bajo legislación argentina y la ampliación presupuestaria, que, en la previa, el interbloque de Juntos por el Cambio se resistía de votar. Hubo algunas concesiones: por ejemplo, el fondo de $5.000 millones para obras en los municipios de la provincia de Buenos Aires que Cristian Ritondo, el jefe del bloque del PRO, negoció con Massa. El inciso “c” del reglamento de sesiones virtuales que la Cámara baja instrumentó desde mediados de la pandemia resalta que “el protocolo estará vigente desde su fecha de aprobación mientras dure el aislamiento en todo o en parte del territorio nacional, por periodos de treinta días prorrogables, que serán refrendados por consenso de la Comisión de Labor Parlamentaria”. Cuando el Frente de Todos y la oposición negociaron dicho protocolo, una vez que las sesiones presenciales fueron descartadas de plano ante el avance del coronavirus, se aclaró, como remarca el texto, que cualquier prórroga debería celebrarse por “consenso” de la mayoría de los bloques.
La oposición, en ese sentido, no está dispuesta a otorgar, por ahora, otra prórroga. En especial porque en el horizonte asoma el proyecto de reforma judicial que la Casa Rosada envió al Senado, que si la vicepresidente lo deja correr a fuerza de su mayoría parlamentaria y consigue la media sanción en el corto plazo, podría llegar a pasar a Diputados en medio de la extensión de las sesiones remotas. El lunes, en el encuentro virtual de Juntos por el Cambio que contó con la participación de Mauricio Macri, la cúpula de la coalición conversó largo y tendido sobre el proyecto enviado por Alberto Fernández para reformar la Justicia y crear un nuevo Fuero Penal Federal, y concluyó en que no pensaban dar el visto bueno al debate remoto que, además, suele presentar algunas fallas de conexión que generan duras. El PRO, la UCR y la Coalición Cívica están plantados casi sin fisuras en la misma posición. Aunque hay algunos diputados que le temen a un parate que, de estirarse por tiempo indefinido, podría generar un cierto malestar social. “Estamos tensando la cuerda”, reflexionó un importante legislador del PRO. En la Cámara baja, el vínculo político entre el oficialismo y la oposición es muchísimo más armónico que en el Senado. En las próximas horas, de hecho, los principales líderes de Juntos por el Cambio de Diputados deberán negociar con Massa y Máximo Kirchner cómo seguir. Por el momento, la negativa de Cambiemos a renovar el debate virtual es inamovible. “A menos que tengamos algo muy urgente y arreglemos por una sesión”, explicaron desde el interbloque opositor. No es el caso de la reforma de la Justicia.