Miles de pequeñas panaderías debieron bajar sus persianas producto del alto valor de producción de los alimentos que comercializan. En ese contexto, el precio de la materia prima, la harina, es eje central en la disputa. Es que si bien se vende en pesos, la industria molinera tiene en cuenta el precio del dólar porque el trigo es un producto de exportación.
Desde el gremio, entonces, luchan por el valor de la misma y además, quedan presos de la especulación de los productores. Es que, en ese contexto, denuncian que éstos no están entregando harina porque esperan ver qué pasará con el precio de la bolsa, que pasó de 1000 a 1300 pesos en el último tiempo.
“La situación es desesperante y viene desde la semana pasada, previo a las elecciones. Cesaron con tema entregas porque esperaban corrida cambiaria el lunes, pero no pasó”, denuncia en ese contexto Gastón Mora, titular del gremio.